1. Preludio.
Jamás leí un libro. Perdón, un libro que no fuera de aquello que estudiaba o un libro de consulta rápida sobre cuestiones profesionales. Adolescente salía y entraba, jugaba a fútbol, visitábamos recreativos, buscaba novia, lo típico entre muchos jóvenes de aquella edad. Mi hermano, por contra, pasaba horas leyendo y leyendo, tranquilo, sosegado. A mi me resultaba imposible. Cogía un libro y ya fuera por falta de atención, por mi estado nervioso, por lo que fuera, me era imposible centrarme y comprender cada renglón que pasaba por mi vista. Hoy, pasada la treintena y gracias a las entrevistas que Pablo Motos le ha realizado a D. Arturo Pérez-Reverte en El Hormiguero, he encontrado en la lectura un nuevo mundo, un bosque denso de sueños, una nueva vida. D. Arturo demuestra, quizás sin quererlo, ser una persona cabal. Una persona inteligente y respetuosa que ha ido creando en mí la necesidad inmanejable de conocer sus novelas. Comienzo por SIDI, Un relato de fronter...